FRUTAS DEL VERANO Y ALIMENTOS FRÍOS
4 enero 2021
Cada estación tiene sus frutas y alimentos, los cuales se recomienda que se consuman en buena cantidad, por tener todos los componentes que necesita nuestro cuerpo en la estación respectiva.
En las últimas décadas, nos acostumbramos a consumir las frutas como postre, en confitura, ensalada de frutas con abundante crema de leche, yogures y otras propuestas gastronómicas, productos muy sabrosos y agradables a la vista.
Todavía guardo en mi memoria las voces de las abuelas guaraní hablantes que se sorprendían cuando veían cómo se mezclaban las frutas: “ne mbo hasýta che memby, ndo valéi re karu péicha”1; en mi lógica, no me dada dolor de barriga, arcadas u otra manifestación gastrointestinal, por lo tanto, no me enfermaba el consumir las frutas, a mi manera.
Pasaron unas cuantas décadas y mi salud se debilitó, y buscando solución, me refugié en la medicina alternativa y a la lectura de investigaciones de distintas partes del continente. Cuál fue la conclusión, que las viejitas de mi niñez tenían razón, sí, no tenía problemas gastrointestinales, pero mi salud se había debilitado muchísimo.
Para que nuestro cuerpo utilice todo el potencial de una fruta y sirva como medicina, hay que consumirla sola, un tipo de fruta por vez y alejada de las comidas; así sí podemos consumir varios mangos, o una sandía entera, o media docena de bananas o naranjas...
En los procesos de colonización que tuvimos, se produjo también la colonización de alimentos y frutas, en todos los continentes. Hoy día, si no fuese por la investigación científica no sabríamos cuáles son las especies endémicas y las aclimatadas.
En Paraguay, por falta de una política nacional de conservación de las especies nativas, nos estamos quedando sin ellas, como la guayaba o arasá1, sus frutos pueden ser de color anaranjado, amarillo, rojo y blanco de distintas formas sabores y tamaños, se registraron algunas especies de guayaba con nombres populares como: arasape, arasá mbaja, arasá mbaja´i, arasá mkmbaja guasu, arasá burro; yvapuru, yvapovo, yvahai, pakurí, aratiku´i, aratiku guasu, aratikuñu, aratiku pyta, corazón de india, naranja hai, apepu, tarumá, el coco, que cada vez se las observa en forma más aislada. Por suerte la piña y el mamón se cultivan.
Hoy día no concebimos un pesebre paraguayo sin la sandía, el melón y los mangos, y sin embargo, estas tres frutas no son americanas; la piña, ananá o avakachi, sí es nuestra. Estas frutas, con solo olerlas nos evocan a la Navidad junto con el aroma de la flor de coco y el canto de las cigarras.
Frutas frías o espasmódicas. También recomendaban las abuelas que la sandía y el melón no se deben consumir a la noche, por su función diurética, o cuando las mujeres estamos con la regla, pues son frutas frías y son espasmódicas, así como todos los citrus y ni hablar de la mandarina. Durante mi juventud pude comprobar la reacción negativa en mi cuerpo de estas frutas.
Recetas refrescantes: el kaguyjy o mazamorra, kandial, zapallitos tiernos rehogados, zapallo hervido, kiveve, locrillo morotî, jukysy kesu, choclo hervido o asado, polenta de choclo, huevo pasado por agua con semillas de cilantro, entre otras. Estas recetas son recomendadas cuando se tiene fiebre o problemas gástricos.
Remedios refrescantes: perdudilla blanca y colorada, menta´i, cedrón, parapara´i, ñuati pyta, cepacaballo, koku, kapi´ikati, camalote, ka´apiky, pyno´i, culantrillo, ka´arurupe, zarzaparrilla, batatilla, llantén kokúe, llantén, etc.
La pérdida de biodiversidad incide negativamente en la pérdida de recursos alternativos para la buena salud y una alimentación integral a bajo costo.
Margarita Miró Ibars