3 de Mayo: KURUSU ÁRA, ORIGEN Y RITUAL
30 diciembre 2020
Se considera que el kurusu jegua, tiene su origen en un antiguo culto de los nativos guaraní donde las ofrendas se realizaban en agradecimiento por los bienes recibidos de la naturaleza. En el ¨Kurusu ára¨ o el ¨Día de la Cruz¨, se realiza entonces un sincretismo en el que se rinde culto en la cruz cristiana a una deidad guaranítica.
En esta fecha, la cruz aparece rodeada de una frondosa vegetación dispuesta en forma de cueva y hecha con las ramas de laurel hũ, caña de azúcar o caña de Castilla junto con otros elementos de la naturaleza, como flores silvestres de estación.
La ornamentación se realiza alrededor de una cruz comunitaria o cruces que pertenecieron a algunos familiares. En ocasiones, se da que la cruz perteneció a alguien de la guerra del 70 o del Chaco y se le atribuye milagros o favores, o son recogidas de los caminos, o simplemente su origen se pierde en el tiempo, pues fueron pasando de generación en generación.
DESTAQUE.- La chipa se prepara de distintas formas y tamaños, y se ata por las ramas que conforman la cueva o calvario sobre la cruz.
Por la noche, los habitantes del barrio o de todo el pueblo, organizan una procesión y recorren los lugares en donde por tradición se prepara el kurusu jegua; llevando en las manos faroles encendidos, velas o cáscaras de frutas con una vela prendida dentro y entonando antiguos cantos o purahéi ñembo´e. Los dueños o padres de cruces de angelitos preparan las chipas, golosinas y juegos para los niños. Frente a la cruz permanece una vela encendida.
Chipa jepo'o
El dueño de las casas, los promeseros o los padres de los angelitos, preparan abundantes chipas para obsequiar a los visitantes y cantores. Es toda una algarabía la repartija de las chipas y se convierte en el momento culminante de la celebración.
Hasta el presente sigue vigente este ritual, preferentemente en las zonas rurales. Hay registro de que en una de las islas del Ypoá, Caapucumí-Carapeguá, la familia Centurión Vega tenía tres angelitos y que en día de Kurusu Ára, a cada niño o visita entregaban tres chipas, una por cada angelito.
Kurusu Ára en Yaguarón
Entre las referencias más antiguas figura la que hace Aguirre, quien en 1766 presenció la celebración del Día de la Cruz sobre el cerro Yaguarón, dispuesta allí por los españoles conquistadores y siempre renovada. La referencia es la siguiente: “En el día de la Cruz de Mayo, sube el cura a ruego de los nativos, y hacen en ella sus oraciones. La adornan y ponen, al estilo del país, muchos chipas y comestibles. Adornar la cruz con alimentos regionales es lo que confiere la ceremonia del kurusu jeguá”.
Goicochéa Méndez en sus descripciones que datan de 1905, insiste sobre tres aspectos bien definidos: a) Ornamentación del calvario con chipas; b) Motivos modelados en ellas; c) Risas y bailes frente al kurusu jeguá. Y cita, además: “en la elaboración del pan sagrado o chipa se hacía gala de una fauna y flora, sugerida de la evocación de aquellas imaginaciones, ardientes y primitivas”.
Posteriormente, Natalicio González vuelve a describirla y agrega un dato más: “después de la distribución de las chipas a los participantes, uno era ofrendada al kurusu, que permanece al pie del madero envuelta en un fino ñandutí, que es guardado para quemarlo como un incienso, que conjurará la furia de las tormentas”.
Margarita Miró Ibars